Cuentos que enseñan sobre la valentía y la determinación
Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, un niño llamado Lucas. Lucas era conocido por su gran corazón y su espíritu amable, pero había algo que aún no había descubierto: su valentía.
Desde que era muy pequeño, Lucas siempre temía intentar cosas nuevas. Cuando veía a otros niños trepar árboles o correr por la montaña, él prefería quedarse a un lado, observando con una mezcla de admiración y miedo. “No puedo hacerlo”, pensaba, “¿y si me caigo?” o “¿y si algo sale mal?”
Un día, un gran anuncio llegó al pueblo: habría una carrera de aventura en las montañas. Todos los niños del pueblo estaban emocionados y comenzaron a entrenar. La carrera no solo consistía en correr, sino también en resolver acertijos, cruzar ríos y escalar pequeñas colinas. Era un desafío para los valientes, y todos los niños parecían preparados.
Lucas también lo escuchó, pero en lugar de emocionarse, sintió un nudo en el estómago. “No puedo hacer eso”, se dijo a sí mismo. Pensaba en lo que podría pasar si no era capaz de completar la carrera.
Una tarde, mientras paseaba por el bosque cercano al pueblo, Lucas se encontró con una vieja tortuga llamada Tula. Tula vivía en una pequeña cueva en el bosque y siempre parecía tener una sonrisa tranquila. Al ver a Lucas preocupado, le preguntó:
—¿Qué te sucede, querido niño?
Lucas le explicó sobre la carrera y cómo se sentía incapaz de participar. Tula, con una mirada sabia, le sonrió y le dijo:
—La valentía no significa no tener miedo, Lucas. La valentía es seguir adelante, incluso cuando tienes miedo. Todos tenemos miedo de algo, pero lo importante es no dejar que el miedo nos detenga.
Lucas no estaba del todo convencido, pero la tortuga continuó:
—Te contaré una historia. Hace muchos años, en este mismo bosque, vivió una pequeña ardilla llamada Titi. Titi soñaba con cruzar el río que pasaba por el valle, pero siempre temía. El agua era fuerte y el río parecía muy ancho. Sin embargo, Titi quería ver qué había al otro lado. Pasaron días, semanas, y cada vez que se acercaba al río, el miedo la detenía. Pero un día, decidió que iba a intentarlo. No se preocupó por lo que podría pasar, solo pensó en lo que podría lograr si lo hacía. Con mucho cuidado y mucha determinación, Titi cruzó el río, y lo hizo no porque no tuviera miedo, sino porque decidió no dejar que ese miedo la venciera.
Lucas escuchó atentamente la historia, pero aún no estaba seguro de si podía ser tan valiente como Titi. Tula vio la duda en sus ojos y le dijo:
—Lucas, la valentía está dentro de ti. Solo tienes que dar el primer paso. No importa si caes o si las cosas no salen como esperas. Lo importante es que lo intentaste, y con cada intento, serás más valiente.
El día de la carrera llegó, y Lucas, aunque nervioso, decidió participar. Cuando llegó al lugar de inicio, vio a todos los niños preparándose. Algunos se veían muy seguros de sí mismos, otros estaban un poco nerviosos, pero todos estaban listos para la aventura. Lucas respiró hondo, recordando las palabras de Tula, y se alineó con los demás.
La carrera comenzó, y Lucas corrió tan rápido como pudo. El primer obstáculo fue un río pequeño, pero el agua estaba fría y rápida. Lucas miró el río y recordó lo que Tula le había dicho: “La valentía no es la ausencia de miedo, sino seguir adelante a pesar de él.” Con determinación, dio un salto y cruzó, aunque el agua le mojara los pies. Su corazón latía fuerte, pero no se detuvo.
Luego, llegó la parte más difícil: una gran colina empinada que todos tenían que escalar. Lucas vio cómo otros niños comenzaban a subir con facilidad, pero él no estaba seguro de si podría hacerlo. Miró hacia abajo y vio lo lejos que quedaba el suelo, pero algo dentro de él le dijo que lo intentara. Con cada paso, el miedo aumentaba, pero también su valentía. Tomó aire y continuó subiendo, un paso a la vez, hasta llegar a la cima.
Al final, cuando la carrera estaba por terminar, Lucas ya no pensaba en el miedo. Estaba concentrado en la meta, en lo que había logrado hasta allí. Cuando cruzó la línea de meta, no fue el primero ni el último, pero algo dentro de él brillaba más que cualquier trofeo: había vencido sus propios miedos.
Los demás niños se acercaron a felicitarlo, y uno de ellos le dijo:
—¡Lucas, qué valiente eres! ¡Lo lograste!
Lucas sonrió, sabiendo que, aunque el miedo aún estaba allí, ahora entendía que lo más importante era no dejar que el miedo lo detuviera. Gracias a su valentía y determinación, había superado algo que pensaba imposible.
Esa noche, al llegar a casa, Lucas se sentó junto a su abuela, quien le preguntó cómo había ido la carrera.
—Abuela, gané algo mucho más grande que una medalla —dijo Lucas con una gran sonrisa—. Gané valentía.
La abuela lo miró con orgullo y le dio un abrazo.
—Eso es lo más importante, querido. La valentía y la determinación son lo que realmente nos hace grandes. Y ahora, ya sabes que puedes lograr lo que te propongas, solo tienes que creer en ti mismo.
Desde ese día, Lucas nunca volvió a dejar que el miedo lo venciera. Sabía que, con valentía y determinación, podría superar cualquier obstáculo que se le presentara.
Related Keyword
Radhe – Autor de Cuentos Cortos
¡Hola! Soy Radhe, el creador de Cuentos Cortos, un espacio donde los cuentos cobran vida y las imaginaciones de los niños pueden volar. Me encanta escribir historias mágicas y divertidas que llenen de alegría a los pequeños lectores. Aquí encontrarás cuentos cortos y de antes de dormir en español, cada uno acompañado de un audiolibro y hermosas ilustraciones.
En Cuentos Cortos, cada historia es una nueva aventura llena de amistad, diversión y asombro. ¡Únete a nosotros y deja que la magia de los cuentos inspire los sueños de los niños!