Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas verdes y ríos cristalinos, una niña llamada Sofía. Sofía era conocida por su sonrisa contagiosa y su corazón amable. Siempre ayudaba a sus vecinos, ya fuera recogiendo frutas del campo o acompañando a los ancianos del pueblo a la plaza. Sin embargo, a veces le costaba decir la verdad cuando pensaba que podía meterse en problemas.
Un día, mientras paseaba por el bosque cercano, Sofía encontró un pajarito con una ala herida. Estaba temblando de miedo bajo un arbusto. Sin pensarlo dos veces, lo levantó con cuidado y lo llevó a su casa.
—¡No te preocupes, pequeño! —le dijo suavemente—. Te ayudaré a curarte.
En casa, Sofía hizo una pequeña cama para el pájaro en una caja de zapatos y le dio semillas y agua. Cuando su mamá entró en la habitación, preguntó:
—Sofía, ¿de dónde sacaste ese pajarito?
Sofía, temerosa de que le pidieran devolver al ave al bosque, respondió:
—Lo encontré en el jardín. Creo que cayó de un árbol cercano.
Su mamá asintió, pero le recordó:
—Sofía, siempre es importante decir la verdad, incluso cuando pensamos que nos podrían regañar.
A la mañana siguiente, Sofía llevó al pájaro al veterinario del pueblo, el señor Ramírez. Él revisó al pequeño animal y le dijo:
—Con descanso y cuidado, pronto podrá volar de nuevo.
Sofía estaba feliz, pero también un poco preocupada. Sabía que el pájaro eventualmente tendría que regresar a la naturaleza. Mientras caminaba de vuelta a casa, pensó en lo que su mamá había dicho sobre la honestidad.
Un acto inesperado
Esa tarde, Sofía fue al mercado con su mamá. Mientras miraba las frutas en un puesto, vio que un niño, de su misma edad, metía en su bolsillo una manzana sin pagar. Sofía se sintió confundida. No quería meterse en problemas ni poner al niño en una situación difícil, pero sabía que robar no estaba bien.
Reuniendo valor, se acercó al niño y le dijo en voz baja:
—Hola, soy Sofía. ¿Sabes que si necesitas algo, puedes pedir ayuda?
El niño, sorprendido, bajó la mirada y sacó la manzana de su bolsillo.
—Lo siento —dijo—. Tenía mucha hambre, pero no tenía dinero.
Sofía sonrió y dijo:
—No te preocupes. Vamos a hablar con el señor del puesto. Estoy segura de que entenderá.
Juntos se acercaron al vendedor, quien, al escuchar la situación, le dio al niño una bolsa con frutas y le dijo:
—La próxima vez, solo pide ayuda. En este pueblo siempre nos apoyamos.
El niño agradeció a Sofía y prometió no volver a tomar cosas sin permiso.
Una lección importante
Esa noche, mientras Sofía cuidaba al pájaro herido, pensó en lo que había pasado en el mercado. Su mamá entró a la habitación y le dijo:
—Sofía, hoy escuché lo que hiciste por ese niño. Estoy muy orgullosa de ti. Actuar con bondad y decir la verdad son cualidades muy valiosas.
Sofía sonrió, sintiéndose orgullosa de haber hecho lo correcto. A la mañana siguiente, llevó al pájaro al bosque y lo soltó. El pequeño ave batió sus alas, ahora sanas, y voló alto hacia el cielo azul.
Desde ese día, Sofía prometió ser siempre honesta y ayudar a los demás. Y así, su corazón bondadoso brilló aún más, inspirando a todos en su pequeño pueblo.
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Radhe – Autor de Cuentos Cortos
¡Hola! Soy Radhe, el creador de Cuentos Cortos, un espacio donde los cuentos cobran vida y las imaginaciones de los niños pueden volar. Me encanta escribir historias mágicas y divertidas que llenen de alegría a los pequeños lectores. Aquí encontrarás cuentos cortos y de antes de dormir en español, cada uno acompañado de un audiolibro y hermosas ilustraciones.
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