Había una vez un niño llamado Leo que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Aunque disfrutaba jugando con sus amigos y leyendo libros, siempre sentía que algo más lo esperaba más allá de las colinas. Tenía un viejo telescopio que le había regalado su abuelo, y cada noche lo usaba para observar las estrellas. Una de esas noches, algo extraordinario sucedió: una estrella brillante cruzó el cielo y dejó caer un destello dorado justo en el bosque cercano.
—¡Es una señal! —exclamó Leo lleno de emoción.
Sin perder tiempo, se puso sus botas, tomó una linterna y corrió hacia el bosque. Cuando llegó al lugar donde había caído el destello, encontró algo asombroso: un pequeño portal que brillaba como el arcoíris. Su curiosidad era más fuerte que su miedo, así que respiró hondo y entró.
Un mundo nuevo y maravilloso
Al cruzar el portal, Leo se encontró en un lugar mágico. Había campos de flores que cambiaban de color al tocarlas, ríos que cantaban melodías suaves y árboles gigantes cuyos troncos parecían tallados con historias antiguas. Mientras caminaba, vio una criatura peculiar: un conejo con alas brillantes.
—¡Hola! —dijo el conejo con voz suave. —¿Eres el nuevo soñador?
Leo parpadeó sorprendido.
—¿Soñador? Yo solo soy un niño. Pero… ¿qué es este lugar?
El conejo se presentó como Nilo y explicó que estaban en el Reino de los Sueños, un mundo que solo podía ser visitado por aquellos que tenían corazones llenos de curiosidad e imaginación.
—Este reino está en peligro —dijo Nilo con un suspiro. —Una sombra oscura ha comenzado a cubrir nuestros cielos, robando la magia de los sueños. Necesitamos tu ayuda, Leo.
La misión de Leo
Leo sintió un escalofrío de emoción. ¡Por fin una aventura real! Nilo le entregó un mapa que mostraba tres lugares importantes: el Valle de las Estrellas Caídas, el Lago de los Secretos y la Cueva de la Luz Eterna.
—En cada lugar encontrarás un cristal especial —explicó Nilo. —Con ellos, podremos derrotar a la sombra y devolver la magia al reino.
Leo aceptó el reto y partió hacia el primer destino. Al llegar al Valle de las Estrellas Caídas, se encontró con un grupo de pequeñas luciérnagas que parecían nerviosas.
—¿Qué sucede? —preguntó.
—La sombra se ha llevado nuestro cristal y lo ha escondido en la cima de aquella colina —dijo una luciérnaga.
Con la ayuda de las luciérnagas, Leo escaló la colina, esquivó trampas y recuperó el primer cristal. Al sostenerlo, sintió una energía cálida que lo llenó de confianza.
Desafíos en el camino
El siguiente destino fue el Lago de los Secretos, un lugar mágico donde el agua reflejaba los pensamientos más profundos de quienes se acercaban. Al llegar, una voz resonó:
—Solo los valientes pueden cruzar este lago. Dime, Leo, ¿cuál es tu mayor miedo?
Leo pensó por un momento. Siempre había temido decepcionar a quienes confiaban en él. Con voz firme respondió:
—Tengo miedo de fallar, pero estoy dispuesto a intentarlo.
El lago se calmó, y un puente de luz apareció frente a él. Al cruzarlo, encontró el segundo cristal escondido entre las rocas.
La batalla final
Por último, Leo y Nilo llegaron a la Cueva de la Luz Eterna, donde la sombra esperaba. Era un ser enorme, hecho de oscuridad y temor. Leo sintió miedo, pero también recordó las palabras de Nilo: “La magia de los sueños es más fuerte que cualquier oscuridad”.
Sosteniendo los cristales, Leo cerró los ojos y pensó en todos los sueños hermosos que había tenido: volar entre las estrellas, explorar mundos desconocidos y traer alegría a los demás. Los cristales brillaron con fuerza, y la sombra comenzó a desvanecerse.
Cuando todo terminó, el reino volvió a brillar. Nilo sonrió y dijo:
—Gracias, Leo. Eres un verdadero soñador.
De vuelta a casa
Al regresar al portal, Leo sintió una mezcla de tristeza y alegría. Sabía que este mundo mágico siempre viviría en su corazón. Cuando despertó en su cama, se preguntó si todo había sido un sueño. Pero entonces, vio en su escritorio los tres cristales brillando suavemente.
Desde ese día, Leo nunca dejó de soñar y contar historias, inspirando a otros pequeños soñadores a creer en la magia que hay dentro de ellos.
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Radhe – Autor de Cuentos Cortos
¡Hola! Soy Radhe, el creador de Cuentos Cortos, un espacio donde los cuentos cobran vida y las imaginaciones de los niños pueden volar. Me encanta escribir historias mágicas y divertidas que llenen de alegría a los pequeños lectores. Aquí encontrarás cuentos cortos y de antes de dormir en español, cada uno acompañado de un audiolibro y hermosas ilustraciones.
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