Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de colinas verdes y un cielo estrellado, una niña llamada Sofía. Tenía siete años y adoraba las noches porque su abuela le contaba las historias más hermosas antes de dormir. Pero esta noche era especial, porque la abuela le prometió contarle una historia que nunca había escuchado antes, una historia sobre las estrellas.
Sofía se acurrucó bajo su manta favorita, que estaba cubierta de pequeños dibujos de lunas y estrellas. El tictac del reloj de la sala llenaba el silencio de la habitación mientras la abuela, con su cabello blanco como la nieve y sus ojos llenos de sabiduría, empezaba la historia:
—Hace mucho, mucho tiempo, cuando el cielo nocturno aún estaba vacío, no había estrellas, solo una luna grande y solitaria. En una pequeña aldea, vivía un niño llamado Leo. Era curioso y siempre quería aprender cosas nuevas. Pero tenía un problema: le tenía mucho miedo a la oscuridad.
Sofía abrió los ojos como platos. —¿Qué hizo, abuela? ¿Cómo se enfrentó a la oscuridad?
La abuela sonrió. —Paciencia, mi pequeña. Todo a su tiempo.
Una noche, mientras Leo miraba la luna desde la ventana de su habitación, vio algo increíble. Una pequeña luz brillante apareció de repente en el cielo. Era como una chispa que se encendió y desapareció rápidamente. Intrigado, Leo decidió salir al campo para investigar. “Tal vez la luz sepa cómo vencer mi miedo”, pensó.
Cuando llegó al campo, vio una figura diminuta sentada en una roca. Era una estrella pequeña, pero viva, con ojos brillantes y una sonrisa cálida.
—¡Hola, Leo! —dijo la estrellita con una voz dulce—. Soy Estelita, y he venido para ayudarte.
Leo no podía creer lo que veía. —¿Ayudarme? Pero, ¿cómo puedes ayudarme? Eres tan pequeña…
Estelita se rió. —Las cosas pequeñas también pueden hacer grandes cambios. Sígueme, te mostraré algo maravilloso.
Sin dudarlo, Leo siguió a Estelita. Lo llevó a un valle mágico donde cientos de pequeñas estrellas bailaban en el aire. Cada una emitía un brillo diferente: unas eran doradas, otras plateadas, e incluso algunas tenían un tono azul suave.
—¿Qué es este lugar? —preguntó Leo, asombrado.
—Es el Nido de las Estrellas —explicó Estelita—. Cada noche, cuando los niños de la Tierra se duermen, nosotras subimos al cielo para iluminar sus sueños y protegerlos de la oscuridad.
Leo miró al cielo vacío. —Pero el cielo está oscuro ahora…
—Porque necesitamos un pequeño empujón. Leo, ¿quieres ayudarnos? —le preguntó Estelita.
Leo se sintió emocionado. ¡Él, que siempre había temido la oscuridad, tenía la oportunidad de llenarla de luz!
Estelita le explicó: —Debes cerrar los ojos y pensar en los recuerdos que te hacen feliz. Cada recuerdo bonito se convertirá en una estrella.
Leo cerró los ojos y pensó en el día que construyó una casa en el árbol con su papá, en las tardes cocinando galletas con su mamá, y en las risas que compartía con sus amigos. De repente, una lluvia de estrellas brotó de sus pensamientos y subió al cielo. Brillaban intensamente, como si agradecieran haber nacido.
Cuando abrió los ojos, el cielo estaba lleno de luz. Leo miró a Estelita, quien ahora brillaba más que nunca.
—Gracias, Leo. Ahora el cielo estará iluminado todas las noches gracias a ti. Cuando veas las estrellas, recordarás que incluso en la oscuridad más profunda siempre hay algo hermoso que encontrar.
Leo sonrió. Esa noche regresó a su casa, se metió en su cama y miró las estrellas desde su ventana. Nunca más tuvo miedo de la oscuridad.
Cuando la abuela terminó de contar la historia, Sofía miró por la ventana y vio el cielo estrellado. —¿Las estrellas también vienen de nuestros recuerdos felices, abuela?
La abuela la abrazó. —Tal vez, mi pequeña. Y si alguna vez tienes miedo, solo recuerda que esas estrellas están ahí para cuidarte.
Esa noche, Sofía cerró los ojos y soñó con ser como Leo, alguien que llenó el mundo de luz y esperanza.
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Radhe – Autor de Cuentos Cortos
¡Hola! Soy Radhe, el creador de Cuentos Cortos, un espacio donde los cuentos cobran vida y las imaginaciones de los niños pueden volar. Me encanta escribir historias mágicas y divertidas que llenen de alegría a los pequeños lectores. Aquí encontrarás cuentos cortos y de antes de dormir en español, cada uno acompañado de un audiolibro y hermosas ilustraciones.
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