Cuentos Cortos Infantile – El Ratón y el León

Cuentos Cortos Infantile – El Ratón y el León

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En una lejana selva, vivían dos animales que, aparentemente, no tenían nada en común: un ratón llamado Nico y un gran león llamado Leo. Nico era pequeño y frágil, mientras que Leo era fuerte y temido por todos los animales. A pesar de sus diferencias, ambos compartían un mismo hogar: la inmensa selva llena de peligros y aventuras.

Un día, mientras Nico corría por el bosque buscando comida, accidentalmente tropezó con la gran pata de Leo. El león, molesto por haber sido despertado de su siesta, atrapó al ratón con una de sus enormes garras.

—¿Qué haces aquí, pequeño ratón? —rugió Leo con una voz grave—. Podría aplastarte en este mismo instante.

Nico, temblando de miedo, miró al león a los ojos y le dijo:
—Por favor, Leo, no me hagas daño. Soy muy pequeño y frágil, pero prometo que si me dejas ir, algún día te devolveré el favor.

El león, divertido por la idea de que un ratón tan pequeño pudiera ayudarlo, soltó una carcajada.
—¿Tú, ayudarme a mí? Eso es imposible. Pero hoy estoy de buen humor, así que te dejaré ir.

Nico agradeció al león y se alejó corriendo, prometiendo cumplir su palabra si alguna vez era necesario.

Pasaron los días, y una mañana Leo salió a cazar. Mientras perseguía a su presa, cayó en una trampa hecha por cazadores. Una red gruesa lo envolvió, y aunque intentó liberarse con toda su fuerza, no pudo romperla. Desesperado, rugió con todas sus fuerzas, esperando que alguien lo escuchara.

Nico, que estaba cerca, oyó el rugido de Leo. Sin perder tiempo, corrió hacia donde provenía el sonido. Al llegar y ver al león atrapado, Nico no dudó ni un segundo. Con sus pequeños dientes, comenzó a roer la cuerda que mantenía a Leo atrapado. Aunque era un trabajo lento, Nico no se rindió. Poco a poco, la cuerda comenzó a ceder, y finalmente Leo quedó libre.

—No puedo creerlo —dijo Leo, sorprendido—. Tú, tan pequeño, me has salvado. Hoy me has enseñado una gran lección: no importa el tamaño, sino la valentía y la bondad del corazón.

Desde ese día, Leo y Nico se convirtieron en los mejores amigos de la selva. Todos los animales admiraban la gran amistad entre el pequeño ratón y el poderoso león, demostrando que, a veces, los más pequeños pueden hacer grandes cosas.